Sí al envase metálico

Los envases metálicos ofrecen múltiples ventajas tanto para el consumidor como para la cadena de suministro. Son eficientes, seguros, sostenibles e innovadores.

Exponente de economía circular

El packaging metálico se encuentra en un escenario muy cómodo y consolidado en la implantación de los principios de Economía Circular. Las tres erres de la ecología (reducir, reciclar y reutilizar) son la base desde la que lleva trabajando esta industria desde hace décadas. El ahorro en el consumo de recursos, el ecodiseño o el reciclaje y la recuperación de materiales tan valiosos como los metales para la producción de nuevos productos forman parte desde siempre del ADN del sector.

Los envases metálicos de hoy son sensiblemente más ligeros y emplean menos material que los de hace años. Esto se traduce en un menor peso de los envases, y tiene un efecto muy importante desde el punto de vista de la sostenibilidad, especialmente en relación con el transporte y con la posterior gestión de los residuos.

A estos factores se suman cuestiones de sobra conocidas como su utilidad frente a la lucha contra el desperdicio alimentario o los avances que se han vivido en los últimos años en torno al diseño del packaging, que han sido clave para modernizar su imagen y ofrecer al consumidor alternativas atractivas y sostenibles.

Se recicla para siempre

Una de las principales características de los envases metálicos es que están realizados con elementos naturales que mantienen sus propiedades físicas para siempre. A diferencia de otro tipo de materiales, el metal puede reciclarse infinitas veces y tras su transformación continúa manteniendo intactas todas sus propiedades estando disponible para generaciones futuras. Es por ello que los elementos metálicos nunca se pierden, simplemente van adoptando diferentes formas: un envase metálico se recupera, se funde de nuevo y se convierte en otro producto. Por ejemplo: con 700 latas se puede construir una bicicleta, mientras que 1.678 aerosoles se pueden convertir en una silla de ruedas.

El metal es el material de envasado más reciclado de España.

Los envases metálicos tienen una tasa de reciclaje del 83,6%, cifra que supera los objetivos marcados por la UE y nos sitúa entre los países con mejores resultados. Separar y reciclar metales es un proceso sencillo y altamente eficiente ya que estos se separan fácilmente de los residuos domésticos por medio de dispositivos de extracción magnéticos o de corrientes de Foucault. El compromiso medioambiental del sector es continuar trabajando para lograr que todos los envases metálicos sean depositados en el contenedor amarillo y de este modo conseguir una tasa del reciclado del 100%.

Seguridad, diseño e innovación para el consumidor

El envase metálico ha experimentado importantes avances tecnológicos y ofrece en la actualidad un abanico muy amplio de formas, tamaños, diseños y acabados que lo convierten en la solución más inteligente para la industria y las generaciones futuras.

Los envases metálicos son irrompibles, soportan temperaturas y presiones extremas y ofrecen una barrera total frente a la luz y el oxigeno. Son perfectos para mantener la seguridad del producto.

La industria del envase metálico siempre mira al futuro, innovando y respondiendo a los cambios de la sociedad: latas para microondas, botellas de aluminio, envases con alto vacío y de fácil apertura, latas de bebidas que se enfrían solas, latas que funcionan como copas, tapas de fácil apertura de aluminio flexible, aerosoles con nuevos formatos y tecnología bicompartimental, envases con conectividad digital, envases con impresiones de alta calidad, grabados, acabados táctiles o con incrustaciones, envases premium que parecen pequeñas joyas entre otras innovaciones. Las novedades y avances que se han vivido en los últimos años han sido clave para ofrecer al consumidor alternativas más atractivas, cómodas y sostenibles.